La semana pasada fue algo agotadora. Había que estudiar mucho y rendir 5 exámenes en 3 días. Las pruebas eran largas (de 3 horas) y uno quedaba bastante cansado. Pero bueno, eso ya es historia. Luego de terminar con las pruebas todo el mundo tomó maletas y partió a descansar en nuestras cortas y merecidas vacaciones (tuvimos jueves y viernes libres).
La mayoría de mis compañeros partieron rumbo a Bali. Como yo ya conocía no me quize repetir el plato. Otras opciones incluían Tailandia, Vietnam o Cambodia. Al final yo decidí minimizar mis gastos y visitar al país vecino: Malasia.
El día jueves temprano y después de haber celebrado hasta altas horas de la madrugada, partí rumbo a la estación de buses y tomé la primera micro que saliera de este país. Primera parada: Melaca.
En Melaca tuve un poco de “malacue” por que me llovió un poco y eso me acortó un poco el tiempo para conocer. El puerto en general es bonito y tiene toda su historia. Igual si uno lo piensa Melaca era un puerto de similar importancia que Singapore. Los Holandeses, Portugueses y cuanto colonizador se paseó por Melaca. Sin embargo, y ahí es donde hay que darle el crédito a los Singapuritos, nunca se desarrolló mucho.
La parte bonita es el Chinatown que es donde me alojé y es la foto de abajo a la derecha. Esta lleno de tiendas de antiguedades que venden cosas muy bonitas y muy, muy Chinas.
Al día siguiente partí rumbo a Kuala Lumpur que, la verdad no me impresionó mucho. Uno piensa que en un país que tiene la plata para hacer un par de torres como las Petronas todo debe andar de lujo. La ciudad es bastante caótica y sucia. Todo el mundo maneja su Protón (¿Se acuerdan? Son autos Malayos que durante un tiempo estuvieron en Chile) y se nota fuertemente la influencia musulmuna, mucha devoción.
Luego de deambular un par de horas decidí partir a Cameron Highlands, al pueblo de Tanah Rata. Es un lugar al interior de la península, en las alturas (unos 1,200 metros sobre el nivel del mar), en donde hay un clima muy fresco (hechaba mucho de menos sentir frío y no sentir humedad) y existe una selva muy bonita para caminar y explorar. En este lugar de Malasia están las principales plantaciones de té, rosas y frutillas.
Si se fijan en las fotos salgo con mi amigo Joaquim (sí, con eme por que es Catalán). Resultó que camino a las plantaciones de té me lo encontré junto a su familia. Visitamos juntos la plantación que sale en la foto y luego ellos siguieron rumbo a Kuala Lumpur.
Las plantaciones de te son realmente impresionantes, muy bonitas. Uno puede visitar la fábrica y ver como se hace el té. Es un proceso muy bonito y uno aprende, por ejemplo, que el té tiene que fermentar.
En el resto de mis caminatas me pilló una lluvia muy fuerte y quedé totalmente empapado. Aparte de eso comí muchas frutillas y tomé mucho té.
Ya de vuelta a KL hice una visita más larga y aproveché de sacar algunas fotos para mostrarles la ciudad. Las Petronas sólo las vi a lo lejos. Lo fome es que uno no puede subir hasta el último piso y se tiene que conformar con visitar el puente que las une.
Si bien es gratis, para subir hay que llegar temprano y pedir tickets. Por eso preferí dejarlas para otra ocasión y me concentré en el centro.
En fin. Estoy feliz de que ya llegue mi señora. De seguro ahí vamos a tener mucho más contacto en este Blog y muchos más viajes. El MBA sigue increíble. Estoy empezando con ramos nuevos y muy entretenido. Cada día me siento feliz de estar viviendo esto. Es una oportunidad increíble. Estoy además feliz de saber que vienen mis papás, feliz de que nació la Florencia y feliz de la vida.
Mucho ánimo y cariño a la Dany. Estoy seguro que todo va a salir bien con Santiago. Saludos a todos. Se les extraña mucho.
