El viaje de mis papás a Singapore fue un regalo. No sé cómo describir lo bien que lo pasamos y lo bueno de volver a verlos. Fue muy rico compartir con ellos lo que hemos estado viviendo todo este tiempo. Nos regalonearon como nunca y disfrutamos como siempre.
Juntos recorrimos una ciudad maravillosa que, mientras ellos la conocían yo ya empezaba a despedirme.
Aquí unas fotos de nuestros días juntos en Singapore.
Ale.
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